domingo, 29 de junio de 2025

Whiplash: Música y Obsesión (Crítica Cinematográfica)

                                                              

                 Whiplash: Música y Obsesión

Whiplash una película estrenada en el año 2014 por el director, Damien Chazell, cuenta la historia de un joven baterista de jazz, Andrew Neiman, quien explora la intensa y a menudo abusiva relación entre su tiránico e inflexible instructor, Terence Fletcher, el mismo que llevará a Andrew a conocer el nivel de superación, disciplina y locura por la música.

Resulta oportuno decir que la película al principio te da un pequeño adelanto, puesto que, la escena en la que Andrew está ensayando con su batería en un pequeño espacio del lugar donde estudia música y que de forma repentina aparece Terence, es un gran adelanto de todo lo que Neiman va a sufrir a causa del profesor Fletcher. Podemos ver como la exigencia por parte del profesor hacia el alumno es una constante demanda para que logre conseguir su sueño de ser el mejor en la batería, sin embargo, conocer el camino hacia la victoria muchas veces trae ciertos baches que obstaculizan la forma de obtener lo que anhelamos.

La elección de Whiplash es para dar a conocer la magnitud de muchas personas que, a través de una carrera, llegan al punto de declive entre ser los mejores y olvidar quien son para conseguir lo que desean sin mirar hacia los lados; su único objetivo es lograr lo cometido, aún si pierdes, la victoria se ratifica con desafiar los límites. Whiplash, desde su estreno se convirtió en la favorita de todos aquellos que a través de los ojos de Andrew pueden verse reflejados en la ambiciosa historia de este joven. Por ende, esta crítica cinematográfica tendrá como temática principal si el abuso es un medio justificado para alcanzar el genio y hasta qué punto uno debe soportar para lograr un objetivo.

La tercera Ley de Newton dice que "la única forma que conocen los humanos de llegar a alguna parte es dejando algo atrás". Lo que quiere decir que, para alcanzar una meta tienes que despertar de una ilusión y conquistar un sueño.

Andrew Neiman, era un joven que sólo conocía su vida más allá de una batería. Su hobbie se basaba en la forma de cómo utilizar el instrumento y de cómo hacer para mejorar sus técnicas y que otros lograran conocer el poder de la música a través de los sonidos. Sin embargo, su instructor, Terence Fletcher, se encargó de llevarlo al borde de su condición física y emocional. Una obsesión que para muchos puede tomarse de forma abusiva, pero para otros es una forma de identificarse con la rudeza de conseguir nuestros sueños y lo difícil que es alcanzarlo.

Al comienzo de la trama, Andrew puede visualizarse como un joven apasionado por la música, cargado de determinación, siendo un simple suplente y pasando páginas para su compañero al lado de su batería, aunque la vida se encargó de demostrarle con abundantes retos que pasar conseguir lo que quieres debes aprender a dejar ir algo para alcanzar lo inefable. La forma de conseguir sus sueños fue dolorosa y agotante de gran manera ya que su maestro de música era el vivo ejemplo de las inquietantes voces que resuenan en nuestros pensamientos cuando no conseguimos aquellos que deseamos con tanta fuerza.

Los colores tienen un significado y por medio de Whiplash se da a conocer el concepto de cada uno. La película se matiza de colores opacos y diáfanos (negro, amarrillo y verde) los cuales representa el poder (negro) de alcanzar lo que buscas, locura y obsesión (amarillo) por demostrar al profesor que él era un Charlie Parker y el peligro (verde) de quedarse en un lugar donde tu talento sea disminuido (escena donde el profesor conocer a Andrew). La música y el color en esta historia es clave para mostrar ante el espectador la grandeza en sus escenas y el impacto entre la obsesión de un joven apasionado y un hombre con hambre de gloria musical.

Hablar de forma genérica ante esta majestuosa película, es dejar que un árbol eche frutos sin haber regado sus ramas. Conocer el significado de Whiplash debe ser especifico, determinado, cauteloso y frio al momento de narrarlo porque sus escenas, la gran mayoría, suelen ser incomodas por el impacto emocional y físico de la trama. Chazell, director de la película, tenía claro su objetivo al momento de grabar un joven con manos ensangrentadas, vendas que absorben horas de preparación y un instrumento golpeado por las fuertes notas de un latigazo, mejor conocido en inglés, Whiplash.

Desde mi punto de vista, una de las escenas que más causaron estragos en mi criterio, fue la forma de detallar las emociones del joven y las sensaciones tan inquietantes de la sangre derramada de forma tan estruendosa. No fue de mi agrado como espectador observar como sus manos estaban llenan de este líquido rojizo ya que me hacía sentir incomoda, con un fuerte revuelo de disgusto y quizás para alguien que es sensible ante este tipo de escenarios no debe ser optimo observarlo, pero esas pequeñas escenas, era la demostración viva de que a veces los músicos no suelen ser bien vistos cuando se trata de la música como “carrera” y se hace mucho más evidente en la escena donde Andrew se encuentra compartiendo una cena con su padre, amigos de su padre y los hijos de esta familia, los cuales, desprecian al músico por la escogencia de estudiar la música y ser baterista. 

Para el músico, los instrumentos son como para el ingeniero una obra en construcción; poco a poco se cimienta y antes de tomar forma se rompe en mil pedazos hasta volver a empezar, perfeccionando cada estructura hasta llegar a la punta del iceberg. Así que, la forma en cómo el profesor introdujo su perfeccionismo, frialdad y deseo perenne por conseguir un músico que llenara sus expectativas (enfermizas de poder) no fue la más apta ante la psicología, pero Frankenstein hizo un monstruo con trozos de cadáveres y de animales, pero horrorizado por su fealdad, lo rechaza. Lo mismo sucede con el profesor Fletcher, creó un monstruo en la música y luego se asustó cuando el joven alcanzó un nivel que ni el mismo creía.

Entonces, ¿Para alcanzar un nivel más alto en aquellos sueños que queremos lograr debemos llegar a un punto de inflexión donde sangren nuestras manos y seamos humillados repetidas veces por un personal de autoridad? No. Primero porque la humillación significa denigrar o abatir la esperanza en quienes apenas empiezan a soñar y segundo porque hay otras formas menos inmorales para pisar las rampas de las escaleras al éxito.

Al principio de esta crítica hay una frase que se utiliza mucho para hablar de la superación y el desapego hacia alguien, en este caso, Andrew, es el ejemplo más significativo de que uno siempre aprende a conocer su nivel de preparación, cuando está dispuesto a soltar. Andrew no es un personaje ficticio, puesto que, Andrew Neiman dejó su novia, su puesto pasando hojas a los demás bateristas, su trabajo, su dignidad y su cordura para recibir el Whiplash que la vida le tenía preparado por medio de su batería. 

¿Acaso te suena conocida esta historia? Quizás tú eres ese Andrew Neiman que está luchando con su instrumento para alcanzar la nota más alta.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Whiplash: Música y Obsesión (Crítica Cinematográfica)

                                                                                 Whiplash: Música y Obsesión W h iplash una película estrena...